OLEADA DE ROBOS Y VANDALISMO CONTRA INSTITUCIONES PÚBLICAS Y SOCIALES

Catamarca atraviesa una alarmante seguidilla de robos y actos de vandalismo que tiene como blanco principal a instituciones educativas, deportivas y sociales, espacios vitales para la comunidad y especialmente para los sectores más vulnerables.

El caso más reciente fue denunciado en la madrugada de este viernes en el Polideportivo Fray Mamerto Esquiú, donde desconocidos sustrajeron un termo tanque instalado en el baño para personas con discapacidad. Según consta en la denuncia realizada por el director del lugar, Walter Matías Soria, el robo fue advertido por el personal de seguridad, sin que se hayan observado daños en los accesos ni se cuente con testigos del hecho.

Horas antes, también se reportó un hecho similar en el Centro de Abuelos del barrio La Chacarita, donde malvivientes se llevaron distintos elementos esenciales para el funcionamiento del lugar, generando indignación entre los adultos mayores que participan de las actividades del centro.

Estos episodios se suman al ataque sufrido el viernes pasado por la Escuela Secundaria Revolución de Mayo, donde delincuentes ingresaron fuera del horario escolar y robaron materiales educativos, afectando seriamente el desarrollo de clases y actividades pedagógicas.

Y no fue el único caso en el ámbito educativo: también fue blanco de la delincuencia la EPET N°7, donde autores desconocidos se llevaron maquinaria de panificación utilizada por estudiantes en talleres de formación técnica. El robo no solo representa una pérdida económica significativa, sino también un duro golpe para un proyecto educativo que capacita a jóvenes para su futuro laboral.

En menos de una semana, cuatro instituciones clave fueron atacadas. La modalidad de los robos —sin violencia visible en los ingresos, en algunos casos con información precisa sobre los bienes a sustraer— hace sospechar que se trata de delincuentes con conocimiento previo de los espacios.

Frente a estos hechos, vecinos, docentes, directivos y miembros de organizaciones sociales exigen medidas urgentes de prevención, patrullaje y vigilancia, además de un compromiso más firme por parte de las autoridades para proteger lugares que cumplen un rol fundamental en la educación, el deporte y el acompañamiento social.