Condenaron a Miguel el "Chato" Perez.

  


 
 
 
 
 
“Soy inocente”, aseguró Miguel de Jesús Pérez (70), en su derecho a una última palabra. Hasta último momento, sostuvo su inocencia. El fiscal de la Quinta Circunscripción Judicial, con asiento en Tinogasta, Luis Jorge Barros Risatti había mantenido la acusación en su contra de “abuso sexual con acceso carnal” y “exhibiciones obscenas” y había pedido una pena de 14 años de prisión.
 
El ultraje por el que respondió Pérez había ocurrido en el verano de 2015. La víctima, por entonces una niña de 10 años, había ido a hacer compras en el comercio del acusado. En la oportunidad, Pérez invitó a la niña a que ingresara al negocio. La nena se negó y el acusado salió del local para tomarla con violencia del brazo. Por la fuerza, ingresó a la nena al comercio. Allí la ultrajó.

Tiempo después, cuando la niña tenía 12 años pasó por un camino cercano a la casa del acusado. Pérez advirtió su presencia y mientras la chica transitaba por detrás de su casa, el acusado le exhibió sus partes íntimas, al mismo tiempo que le gritaba obscenidades.
 

El debate inició el martes último, en la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación. El Tribunal estuvo integrado por los jueces Jorge Palacios, Marcelo Soria y Patricia Olmi. El Ministerio Público Fiscal es representado por el fiscal Luis Jorge Barros Risatti, quien estuvo acompañado por la asesora de Menores Daniela Faerman Cano y los abogados de la querella Silvia Barrientos y Juan Ávila Quintero. El acusado fue defendido por el abogado del foro local Luciano Rojas.

 
Dada la índole del delito, las audiencias se llevan a cabo a puertas cerradas, a fin de preservar la identidad de la denunciante. Según fuentes consultadas, el acusado se declaró, a sí mismo, inocente. Tampoco respondió preguntas.

Hoy se llevó a cabo la instancia de los alegatos, el fiscal Barros Risatti mantuvo la acusación y pidió una condena de 14 años. Además, destacó que el acusado era un policía –aunque retirado de sus funciones-. A la vez, remarcó que los informes psicológicos realizado a la víctima, hoy una adolescente de 17 años, acreditaban la vulneración. A su turno, la asesora Faerman Cano adhirió al representante del Ministerio Público, al igual que la querella pero esta última solicitó una condena de 19 años.

En tanto que la defensa peticionó la absolución por el beneficio de la duda, con relación al primer hecho, y la nulidad por la segunda imputación. Luego, el acusado, en ejercicio de su derecho a una última palabra, insistió en su inocencia. “Soy inocente; son todas mentiras. Dios va a castigar a los mentirosos”, expresó.

Pasado el mediodía, el Tribunal dio a conocer el veredicto. Por unanimidad, Pérez fue hallado culpable en los delitos de “abuso sexual con acceso carnal” y “exhibiciones obscenas”. En consecuencia, se le impuso una condena de 12 años de prisión.