Siniestro vial con daños materiales en la zona oeste de la capital.
Los ocupantes del rodado fueron asistidos por personal de SAME quienes constataron que no sufrieron lesiones.
En un gran gesto de excelente funcionario policial denunció a su jefe al entender un hecho irregular.
POLICIALES 16 de julio de 2024Redaccion Catamarca en canaEn las últimas horas, se conoció que un agente policial de apellido Castro denunció al oficial Cristian Acosta por intentar adulterar un acta de infracción durante un control de alcoholemia en la Fiesta del Poncho.
Según la denuncia, ambos policías se encontraban realizando el control en inmediaciones del predio ferial de Catamarca, a la altura del Punto Giro, cuando ocurrió el incidente. Se reporta que Subalterno, quien se encontraba en el lugar, realizó una maniobra con una motocicleta que debía ser trasladada al corralón municipal, dañando el espejo retrovisor del vehículo. A pesar de que ya se había confeccionado el acta correspondiente que daba cuenta que el rodado estaba en óptimas condiciones, el oficial Acosta se molesto y le recriminó con graves amenazas sobre la actitud como si podría modificarla.
Castro informó que observó y registró el estado del vehículo, detallando que se encontraba en excelentes condiciones, y comunicó estos datos a su superior. Este hecho molestó sobremanera al oficial Acosta, quien se ofuscó y le dijo a Castro: “Ya vamos a hablar los dos en relación a este hecho”. Castro le respondió que el acta debía reflejar el estado real en que se recibió el rodado, lo cual provocó aún más la ira de Acosta, quien le amenazó diciendo: “Te voy a reventar la cabeza, gil alcahuete”.
Ante estas amenazas y por temor a represalias, Iván Castro radicó inmediatamente la denuncia penal contra su superior.
Los ocupantes del rodado fueron asistidos por personal de SAME quienes constataron que no sufrieron lesiones.
Un sujeto fue sorprendido arriba del arbol de paltas de la vecina dw Valle Viejo.
El hecho ocurrió ayer en horas de la siesta en la zona del canal que atravieza el Barrrio de la zona oeste de la capital.
Una vecina lo sorprendió en el interior de su vivienda con el lavarropas cargado de prendas de vestir.