Revientavidrieras en Valle Viejo: Robaron $300 mil de una sandwichería frente a una escuela policial y quedaron grabados

La ola de robos continúa azotando a Valle Viejo. Esta vez, la víctima fue una comerciante de la conocida sandwichería “El Coyuyo”, ubicada en avenida Presidente Castillo y Eusebio Ruzo, donde un delincuente protagonizó un nuevo y violento episodio delictivo durante la madrugada.

El hecho fue denunciado en horas de la mañana por una empleada del local, quien al llegar se encontró con las rejas destrozadas y la ventana forzada. Al revisar las instalaciones, confirmaron que el malviviente se llevó alrededor de 300 mil pesos en efectivo, dos teléfonos celulares y un dispositivo posnet utilizado para cobros electrónicos.

Toda la secuencia fue registrada por las cámaras de seguridad, las cuales ya están en poder de las autoridades.

Iris Ibarra, propietaria del comercio, manifestó su bronca e impotencia a través de las redes sociales:

> “Hoy me tocó a mí!!! Estamos a 20 metros de la Escuela de Suboficiales!!! Esta esquina NO tiene luz. Estoy cansada de hacer reclamos y se lavan las manos entre la municipalidad y EC SAPEM. Mientras tanto, la intendenta inaugura placitas que al vecino laburante no le sirven de nada”, escribió indignada.

Bronca y abandono

Lo que más llamó la atención fue la zona donde se cometió el hecho, ya que el comercio está a solo metros de una institución policial. Sin embargo, esto no fue impedimento para el accionar delictivo.

Vecinos y comerciantes de la zona también señalaron que la falta de ronda policia y lo extraño es que fue al frete de la Academia de Policia del pasaje Davd Covarruvia sin iluminación en ese sector es un problema crónico, que expone a diario a quienes viven o trabajan allí.

Intervino en el caso la Unidad Judicial N°10, que ya analiza las imágenes del robo para intentar identificar al delincuente y dar con su paradero.

La inseguridad golpea otra vez a los trabajadores independientes, en un contexto donde los reclamos por iluminación, vigilancia y respuesta estatal parecen no ser escuchados. El enojo de los vecinos crece al mismo ritmo que la impunidad de los delincuentes.