EL SUR TIERRA DE NADIE.

La inseguridad no da tregua en la Capital. En menos de 24 horas, delincuentes perpetraron violentos robos en distintos barrios, mientras que en otro sector la policía debió intervenir para evitar un linchamiento a un sujeto señalado como responsable de innumerables delitos.

El primer hecho ocurrió en el barrio Acuña Isis, donde Carlos Martín Flores (49) denunció que desconocidos ingresaron a su vivienda, tras violentar la puerta de ingreso, y se llevaron un Smart TV Phillips de 50 pulgadas y una máquina de cortar pelo eléctrica marca Remington. El robo se produjo en pleno día, entre las 14:00 y las 15:00 horas, cuando la casa se encontraba sin moradores.

Horas más tarde, en el barrio 50 Viviendas Sur, sobre calles José Brizuela y Ramón Ahumada, otra vivienda fue blanco de la delincuencia. Los ladrones rompieron una ventana para ingresar y se apoderaron de dos equipos de aire acondicionado, un revólver calibre 38, una desmalezadora, una netbook, una valija con ropa nueva, un casco, una caladora, un destornillador eléctrico, una plancha, un alargue, un parlante, una mochila y un bolso con ropa.

Pero la tensión vecinal alcanzó un punto máximo en las últimas horas de la tarde de ayer, cuando la policía logró desactivar un intento de linchamiento en Valle Chico. Un grupo de vecinos rodeó una vivienda donde se refugiaba un hombre sindicado como autor de cuantiosos robos en Valle Chico y Santa Marta, conocido bajo el alias de “El Mafia de Ccico”. El sospechoso, acorralado, se escondió en los techos de la casa hasta que la intervención policial evitó un desenlace trágico.

Estos episodios, que se suman a una extensa cadena de hechos delictivos, mantienen a los vecinos en estado de alarma permanente. La bronca y la desconfianza hacia las autoridades crecen, mientras los barrios se transforman en verdaderas zonas liberadas.

Cansados de los robos, los vecinos advierten que ya no confían en la respuesta institucional:
“La justicia la tenemos que hacer con nuestras propias manos”, afirman con indignación, marcando el grave clima de hartazgo social que atraviesa la Capital.