Hijos rehenes de sus padres

Utilizan las fiestas para dañar a los ex

Se registraron cientos de denuncias de padres y madres no convivientes, por impedimento de contacto en lo que alcanzas las festividades de Noche Buena, Navidad y Año Nuevo.

La maniobra de obstaculizar y entorpecer el vínculo, por parte de uno des los padres estuvo a la orden de dia.

Las denuncias que que se registraron muestran que el 50% de los casos tienen un acuerdo homologado de régimen de comunicación, pero que no sirve de nada, cuando en su mayoría de casos el padre, va a buscar a su/sus hijo/s para pasar la noche de celebración, no es atendido, o es corrido por parte del/a progenitor/a.

Algunos realizaron largos viajes, desde el interior o desde otras provincias, y se llevan el gusto amargo ante estás situaciones.

En otros casos la violencia también estuvo presente, dónde los hijos son rehenes de situaciones acaloradas dónde la violencia física y las amenazas pasan de nivel.

Otros casos denunciados es sobre no conseguir respuesta en la comunicación telefónica, a las llamadas o mensajes y dónde muchas veces un progenitor bloquea al otro impidiendo el contacto.

El impedimento de contacto configura un delito en perjuicio a los derechos de los niños, ya que puede afectar el normal desarrollo de sus vidas, en cuanto al progenitor, configura un daño moral.

En cuanto a la justicia, los juzgados de familia dicen estar colapsados, pero no parece una explicación suficiente, cuando hay "mucha gente ocupando lugares centrales sin aptitudes para ello".

Las medidas cautelares son necesarias en muchos casos, pero la falta de atención en el contexto, y el no seguimiento, por parte de un equipo interdisciplinario para establecer la verdad de los casos, permite que el progenitor obstructor, realice falsas denuncias, y desobedezca impunemente las órdenes de la justicia, coartando el vínculo familiar con el progenitor, los abuelos los tíos y los primos.